La jornada del Domingo de Ramos comenzó con la Hermandad de Cristo Rey (conocida popularmente como 'La Borriquita'). A las cuatro de la tarde, el pregonero de la Semana Santa de San Fernando, José Martín Pérez, abrió las puertas de la capilla de La Estrella ante los isleños que esperaban ansiosos la apertura de la Semana Santa. La primera levantá la dieron dos cargadores de la Hermandad de Columna. El motivo de esta levantá fue el CXX aniversario de la bendición del titular cristífero de dicha Hermandad. Segidamente, la Agrupación Musical 'Isla de León', interpretó el himno nacional y la marcha 'Cristo Rey en la Salle'. A las seis y media (aproximadamente) entró la Hermandad en las Siete Revueltas entre palmas, olivos y galones que pusieron sus vecinos. En esta ocasión, María Santísima de la Estrella entró con la marcha 'Capataz Gaditano'. A la luz del día se pudo contemplar el nuevo tallado del canasto frontal de Cristo Rey. A mitad de la calle Héroes de Baleares se pudo escuchar la marcha 'La Oración en el Huerto' tras el paso de misterio en recuerdo a Ignacio Bustamante, hermano de la Hermandad del Huerto que falleció en el accidente ferroviario de Galicia el pasado año.
A las seis de la tarde empezaron a salir los blancos penitentes de la Hermandad de la Humildad y Paciencia. Con la marcha 'La Saeta' llegaba el Santísimo Cristo a la parte trasera del Centro de UPACE 'Al-Andalus', donde se situaron varias personas del centro para esta ocasión. Tanto en el paso de misterio, como en un varal del paso de palio de María Santísima de las Penas se pudieron ver unos lazos verdes, blancos y negros en recuerdo de Ignacio Bustamante Morejón y a la Hermandad del Huerto. El paso de misterio estrenaba el acompañamiento musical con la Agrupación Musical 'Santa Cecilia' que llegó desde la capital hispalense.
A las seis y media de la tarde se abrieron las puertas de la Iglesia Mayor para que saliese la elegante Hermandad de Columna. Este año la Hermandad estrenaba un novedoso itinerario en el que abandonaba la calle Ancha y se luciría más por las calles de su barrio, el de la Iglesia Mayor. La Hermandad avanzaba a paso muy lento arropada con aplausos, petaladas, saetas y galones hasta la recogida, donde los dos pasos se pusieron frente a frente.